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En Andorra conviven tres sistemas educativos con centros de educación primaria, secundaria y Formación Profesional:
Además de la oferta pública, hay que añadir la existencia de dos centros congregacionales que se rigen por el sistema español aunque mayoritariamente imparten las clases en catalán promoviendo, también, el uso del francés y el español. Para el curso escolar 2005-2006, en el sistema francés estaban inscritos 3636 alumnos, en el andorrano 3612, y en el español 3541.
En 1997 se fundó la Universidad de Andorra, de carácter público y que tiene firmados convenios de colaboración con diversas universidades españolas y francesas. Esta universidad se compone de tres centros:
Durante los meses de verano organiza la Universidad de Verano, cuyo actual presidente de honor es Juan Goytisolo relevando, en el 2006, a José Luis Sampedro.
Andorra cuenta con un gran número de monumentos románicos. La iglesia de Santa Coloma, construida entre los siglos IX y X d.C es una de las pocas iglesias románicas del mundo con campanario cilíndrico, fechado en el siglo XII.
La literatura andorrana tiene sus orígenes en el siglo XVIII. Antoni Fiter i Rossell escribió un libro sobre la historia, el gobierno y los usos y costumbres de Andorra llamado "Manual Digest de las Valls neustras de Andorra" en 1748. Esta obra también contiene los documentos de Carlomagno y Ludovico Pío. Actualmente el original se conserva en la casa Fiter-Riba, de Ordino, aunque existe una copia en el "Armario de las siete llaves" de la Casa de la Vall y otra en los archivos del Obispado de La Seo de Urgel. Posteriormente, en 1763, el párroco Antoni Puig escribió el "Politar andorrà", obra donde se describen los privilegios del Principado y las atribuciones de las autoridades. El poeta Jacinto Verdaguer se inspiró, en parte, con el valle de Seturia para su obra Canigó, publicada en 1886.
Como autores de literatura contemporánea se pueden citar a Antoni Morell i Mora, Albert Salvadó i Miras, Teresa Colom i Pich y Albert Villaró i Boix participando algunos de estos escritores en la edición del 2007 de la Feria del Libro de Fráncfort. Así mismo, el Gobierno andorrano, junto con editoriales catalanas, convoca anualmente el Premio Carlomagno y, desde 2007, el Premio Ramon Llull.
El evento más importante en la vida cultural andorrana es el Festival internacional de jazz de Escaldes-Engordany, celebrado durante el mes de julio, donde intérpretes como Miles Davis, Fats Domino y B.B. King han participado. En el Auditorio Nacional de Andorra, ubicado en Ordino, se celebra el Festival Internacional Narciso Yepes, dedicado a la música clásica y al jazz. En la capital, durante las noches de los jueves de julio y agosto, también se realiza el "Dijous de Rock", donde grupos locales y, puntualmente, españoles, ofrecen conciertos al público asistente. La asociación Centre de la Cultura Catalana organiza, desde 1999, el Premio Carles Sabater eligiendo a la mejor canción en catalán del año.
La Orquesta Nacional de Cámara de Andorra, dirigida y fundada en 1992 por el violinista Gerard Claret, celebra un certamen de canto con fama internacional, avalado por Montserrat Caballé, además de haber ofrecido conciertos en España, Francia y Bélgica y participar regularmente en los ciclos del Palacio de la Música Catalana.
La música tradicional andorrana, relacionada con la de otras regiones pirenaicas, cuenta con danzas características como la "Marratxa", recopiladas por la folclorista Palmira Jaquetti i Isant.
En 1968 Andorra participó, por primera vez, en el Festival Internacional da Canção, representada por Romuald, con la canción "Le Bruit des Vagues". En 1969 volvió a representar dicho artista al país, con la canción "Tous les printemps du monde". En 1970 lo hizo la cantante Rosa Morena con el tema "Como un pájaro" "(Como ave)", la cual, obtuvo el "Premio de la Crítica de Río de Janeiro".
En 2004, Andorra participó, por primera vez, en el Festival de la Canción de Eurovisión representada por Marta Roure. Este hecho atrajo la atención de los medios de comunicación de Cataluña, ya que fue la primera canción entonada en catalán. La canción fue eliminada en la semifinal, así como las composiciones del 2005 (interpretada por Marian van de Wal), 2006 (interpretada por Jenny), 2007 (interpretada por Anonymous), 2008 (interpretada por Gisela) y 2009 (interpretada por la cantante danesa Susanne Georgi).
Los días festivos son de cumplimiento obligatorio, retribuidos y no recuperables para las industrias en general, oficinas, establecimientos bancarios, peluquerías, transporte y distribución de mercancías y servicios no relacionados directamente con el turismo.
Desde el 2009, cuando el 14 de marzo coincide con sábado, el gobierno andorrano permite abrir a las empresas dedicadas al comercio, lo cual origina protestas por parte de sindicatos, asociaciones o, en el caso de 2009, del Común de Andorra la Vieja.
Andorra fue sede, en 1991 y 2005, de los Juegos de los Pequeños Estados de Europa, competición que al amparo del COI se organiza para países europeos con menos de 1 millón de habitantes.
En la temporada 1991-92, el Básquet Club Andorra consigue el ascenso a la Liga ACB, de la mano del entrenador Edu Torres. El equipo descendió de la máxima categoría en 1996. En la temporada 2014-15, el Básquet Club Andorra vuelve a conseguir el ascenso a la Liga ACB. Andorra ha alcanzado cuartos de final en las campañas 1994-95, 2016-17 y 2017-18.
El mejor jugador andorrano de baloncesto de la historia es el base Quino Colom.
El deporte nacional es el esquí. La capital, Andorra la Vieja, intentó ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2010, pero no se clasificó para la final. También se estudió una candidatura conjunta con Zaragoza para los juegos del 2018. El Principado también albergó etapas de Pirena, una competición de mushing iniciada en 1990.
Andorra tiene dos dominios esquiables formados por la unión de varias estaciones de esquí, y un complejo destinado al ocio donde se puede practicar esquí de fondo:
La Federación Andorrana de Fútbol organiza la liga de fútbol en el Principado con Primera y Segunda división, así como la "Copa Constitució" y la Supercopa, donde se enfrentan el campeón de Liga y de Copa. El ganador de Primera juega la ronda previa de la Liga de Campeones de la UEFA. Los partidos se juegan en el Campo Comunal de Andorra la Vieja.
La Selección de fútbol participa en competiciones oficiales, aunque nunca ha estado en ningún Mundial ni Eurocopa.
El Fútbol Club Andorra juega en Segunda División B en la Liga española de fútbol al estar inscrito en la Real Federación Española de Fútbol.
La liga andorrana de fútbol sala está dividida en 2 categorías, y el campeón de Primera división juega la fase previa de la Copa de la UEFA de fútbol sala.
El Fútbol Club Andorra tiene una sección de fútbol sala, cuyo equipo es el Butagaz Andorra, que milita en la División de Plata española.
En 1993, el equipo de ciclismo Festina cambió su domicilio social al Principado y hasta 2001, año de su desaparición, participó en varias ediciones del Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta ciclista a España.
Melcior Mauri impulsó el equipo Andorra-Grandvalira.
Andorra posee una selección de hockey sobre patines, que compite desde 1990. En general compite en el Campeonato Mundial B (jugó 6 veces el Campeonato Mundial A), luego de la generación de dos divisiones del Campeonato mundial de hockey sobre patines masculino. Obtuvo el Campeonato Mundial B de Hockey sobre patines en el año 2002, jugado en Montevideo, Uruguay y en 1992 como local. Un tercer puesto en el campeonato jugado en Macao (2004) y un cuarto lugar en 1998 (Macao) y 1996 (Ciudad de México).
Se podría decir que en Andorra se practican todos los deportes. Aparte del ciclismo, el fútbol y el baloncesto también es muy popular el rugby con la Selección de rugby de Andorra; el balonmano con el Balonmano Club Concordia, la natación, el judo, la gimnasia, el voleibol y muchos más.
Dentro de los deportes de motor, uno de los practicados son los rallies. La prueba más emblemática es el Rally Andorra que se celebra desde los años 1970. Dentro de esta disciplina los pilotos más destacados son: Gerard De La Casa, Ferrán Font, Joan Carchat, Ferrán Urteru, Carles Santacreu, Joan Vinyes o Albert Llovera.
Argentina
Argentina, oficialmente República Argentina, es un país soberano de América del Sur, ubicado en el extremo sur y sudeste de dicho subcontinente. Adopta la forma de gobierno republicana, democrática, representativa y federal.
La Argentina está organizada como un Estado federal descentralizado, integrado desde 1994 por un Estado nacional y 24 jurisdicciones de primer orden o estados autogobernados, que son 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), esta última designada como "Capital Federal" del país. Todos los estados autogobernados tienen constitución, bandera y fuerza de seguridad propios. Las 23 provincias mantienen todos los poderes no delegados al Estado nacional, tienen tres poderes autónomos y garantizan la autonomía de sus municipios.
Integra el Mercosur —bloque del que fue fundador en 1991—, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
En 2019, su Índice de Desarrollo Humano (IDH) fue del 0,845, ubicándolo en el grupo de países de desarrollo humano muy alto, en el puesto 46. Ajustado por desigualdad la Argentina retrocede cuatro lugares en la clasificación, en tanto que según el índice de desigualdad de género su ubicación retrocede al puesto 75. En educación la ley establece que el gasto público en educación no debe ser inferior al 6% del PBI, aunque pese a ello el gasto se ubicó en 5,5% del PBI en 2017 con una tasa de alfabetismo de las personas mayores de 15 años superior al 99 %.
La economía argentina es la segunda más desarrollada e importante en Sudamérica. Según el Banco Mundial, su PIB nominal es el 27º del mundo. Debido a su importancia geopolítica y económica, es uno de los tres estados soberanos latinoamericanos que forma parte del denominado Grupo de los 20 e integra además el grupo de los NIC o nuevos países industrializados.
Es el único país latinoamericano que tiene un centro de investigación y enseñanza científica entre los diez mejores del mundo, y el . Su capacidad tecnológica y científica le ha permitido diseñar, producir y exportar satélites, construir reactores nucleares y ser el primer productor de software, aeronaves, entre otras cosas. Es considerada una potencia regional.
Ha brindado una creciente cooperación nuclear a países de América Latina, el Magreb, el Golfo Pérsico, el sudeste asiático y Oceanía, a partir de las capacidades desarrolladas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y por la prestigiosa empresa estatal INVAP. Es el país latinoamericano que más ha ganado —cinco en total—, tres de ellos vinculados con la ciencia.
Con una superficie de 2 780 400 km², es el país hispanohablante más extenso del planeta, el segundo más grande de América Latina y , si se considera solo la superficie continental sujeta a soberanía efectiva. Su plataforma continental, reconocida por la ONU en 2016, alcanza los 6 581 500 km², convirtiéndose en una de las más grandes del mundo, extendiéndose desde el continente americano hasta el Polo Sur en la Antártida, a través de Atlántico Sur. Si se cuentan las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y otras numerosas islas menores (administradas por el Reino Unido, pero de soberanía en litigio), más una porción del área antártica llamada Antártida Argentina al sur del paralelo 60° S, sobre la cual Argentina reclama soberanía, la superficie se eleva a 3 761 274 km². Es uno de los veinte países que tienen presencia permanente en la Antártida, siendo entre ellos el que tiene mayor , con seis bases en total.
Su territorio reúne una gran diversidad de climas, causada por una amplitud latitudinal que supera los 30° —incluyendo varias zonas geoastronómicas—, una diferencia en la altitud que va de 107 m bajo el nivel del mar (Laguna del Carbón) a casi 7000 msnm y la extensión del litoral marítimo que alcanza 4725 km. Amplias llanuras húmedas limitan con extensos desiertos y altas montañas, mientras que la presencia de climas tropicales y subtropicales en el norte, contrastan con las nevadas y fríos extremos en las zonas cordilleranas y el sur.
Su territorio continental americano, que abarca gran parte del Cono Sur, limita al norte con Bolivia y Paraguay, al nordeste con Brasil, al este con Uruguay y el océano Atlántico, al oeste con Chile y, siempre en su sector americano, al sur con Chile y las aguas atlánticas del pasaje de Drake.
Los primeros registros de pobladores en el actual territorio argentino se remontan a los trece mil años AP, durante el Paleoamericano. En tiempos protohistóricos, periodo precolombino, fue habitado por numerosos pueblos indígenas, algunos de los cuales aún habitan el país; entre ellos guaycurúes, guaraníes, mapuches, tehuelches y diaguitas, estos últimos formaban parte del Imperio Incaico. La colonización española del actual territorio argentino comenzó con viajes exploratorios desde el año 1512, el establecimiento de una población en 1528 y la distribución del territorio a los adelantados. Más tarde, quedó bajo la jurisdicción del Virreinato del Perú. En 1776, la Corona española fundó el Virreinato del Río de la Plata, el cual sería una entidad política precedente a la actual República Argentina. El 25 de mayo de 1810 alcanzó la independencia "de facto" cuando fue depuesto el último virrey español que gobernó desde Buenos Aires, organizándose la Primera Junta de gobierno. El 9 de julio de 1816 fue proclamada la independencia en San Miguel de Tucumán.
El nombre oficial del país es República Argentina, literalmente, "República del Plata". Por elipsis, suele denominarse, "la Argentina". El uso sin artículo, está muy extendido y no se considera incorrecto, si bien la Academia Argentina de Letras lo ha calificado de "reprensible".
Argentina es el femenino del adjetivo poético "argentino" que indica algo que tiene cualidades de la plata o relacionado con ella, del latín "argentum" que significa "plata". "Argentum", a su vez, procede del protoitálico: "*argentom", derivado del protoindoeuropeo: "*h₂r̥ǵn̥tóm", sustantivo formado a partir del adjetivo "*h₂erǵ-" que significa: “blanco” o bien "brillante".
Argentina fue una denominación poética de los países ribereños del Plata, río llamado así porque era un acceso a los yacimientos argentíferos del Alto Perú, donde la ciudad de La Plata (Charcas,actual Sucre) era también llamada "Civitas Argentina" (Ciudad Argentina).
El uso como topónimo, aunque con una declinación diferente, aparece por primera vez en 1554 en el mapa de Lopo Homem: donde los territorios de la región litoral son llamados: "Terra Argentea" Más tarde,en 1602, Martín del Barco Centenera la elige, a imitación de La Araucana, como título de un poema épico sobre la conquista: La Argentina. Desde entonces y hasta finales del siglo XVIII, Argentina y argentino fueron denominaciones literarias del territorio y los pobladores de la región rioplatense.
Con la creación del Virreinato del Río de la Plata y su posterior independencia como Provincias Unidas del Río de la Plata, Argentina y argentino se hicieron más comunes, aunque a veces con una connotación restringida a Buenos Aires y las provinicias cercanas.
La Constitución de 1826, usó Argentina como nombre oficial del Estado y, desde entonces, a pesar del rechazo a dicha constitución, fue usado de manera habitual. A partir de la década de 1830, Rosas, formalmente gobernador de Buenos Aires, era el " encargado de dirigir las relaciones exteriores de la República Argentina".
La Constitución Argentina de 1853 indica que: "Provincias Unidas del Río de la Plata", "República Argentina" y "Confederación Argentina" son los nombres del estado, mientras que "Nación Argentina" es usado para sancionar las leyes. En 1860, en la ciudad de Paraná, entonces capital de la Confederación Argentina, el presidente Derqui decretó que para "uniformar los actos administrativos" se usaría siempre República Argentina. Dos años más tarde, en 1862, Bartolomé Mitre, primer presidente del país reunificado, se refirió a su cargo como: presidente de la Nación Argentina.
La Primera Junta de Gobierno, oficialmente Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII, fue la Junta de gobierno surgida el viernes 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, como consecuencia del triunfo de la Revolución de Mayo que destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y nombró a Cornelio Saavedra como el Presidente de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La sede del gobierno fue fijada en el Fuerte de Buenos Aires, que sirviera desde 1776 como residencia de los virreyes y donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno. La Primera Junta existió como tal hasta el 18 de diciembre del mismo año, ya que con la incorporación de diputados del interior se transformó en la Junta Grande, que dio origen a la prolongada Guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra España (1810-1824).
Mientras se desarrollaba la guerra de independencia, también tenía lugar una compleja disputa por la forma de organización del nuevo Estado, que generó en 1814 el inicio de una guerra civil que —con intermitencias— duraría más de medio siglo. El líder de la fracción federal, el oriental José Gervasio Artigas fue proclamado "Protector" de la Unión de los Pueblos Libres, una liga de provincias que se negaban a ser administrados por el gobierno unitario de Buenos Aires. La misma organizó el llamado Congreso de Oriente en Concepción del Uruguay, del cual aún se discute si alcanzó a proclamar —como se proponía— la independencia de España.
El 9 de julio de 1816, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, reunido el congreso de diputados de las provincias del noroeste y centro-oeste del país y de la de Buenos Aires, junto con algunos diputados exiliados del Alto Perú, proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud América, utilizando la siguiente fórmula:
En varios puntos de Sudamérica los nuevos gobiernos debieron enfrentar la resistencia contrarrevolucionaria de los ejércitos realistas, que intentaban restaurar la autoridad de la monarquía española en la región. Comenzaron las guerras por la independencia. Algunos de los principales comandantes fueron Manuel Belgrano, al mando del Ejército del Norte, José de San Martín, creador del Ejército de los Andes, Martín Miguel de Güemes, organizador de la guerra gaucha y Juana Azurduy, comandante de la guerra de guerrillas en el Alto Perú. El Estado argentino considera a San Martín como el mayor héroe militar de su independencia y lo honra con el título de «Padre de la Patria». Junto a Simón Bolívar, fueron los máximos responsables de las gestas libertadoras que terminaron con la presencia española en el continente.
Las primeras décadas como país independiente fueron conflictivas: ante la hegemonía de los unitarios, los federales se alzaron repetidamente en defensa de la autonomía de las provincias, llevando —tras la llamada Anarquía del Año XX— a la división del país en provincias autónomas gobernadas generalmente por caudillos militares, mientras que el país —excepto un breve intervalo entre 1825 y 1827— careció de un gobierno nacional hasta 1852. Cada provincia asumió la plenitud del gobierno en el ámbito de su territorio.
La guerra de la independencia continuó hasta el año 1825, pero se luchó preferentemente en la frontera norte y en el Perú. Mientras tanto, la Provincia Oriental fue invadida por el reino de Portugal, de quien pasó al Imperio del Brasil. La consecuente Guerra del Brasil culminó con la Convención Preliminar de Paz de 1828, que declaró independiente al territorio en disputa, con el nombre de Estado Oriental del Uruguay. Poco antes, en 1825, el Alto Perú formó la República de Bolivia y al año siguiente le fue agregada la ciudad de Tarija y su jurisdicción.
El territorio restante —que había logrado aumentar en algo su control territorial con algunas exitosas campañas militares contra los indígenas— comenzó a usar el nombre de «Argentina» de manera oficial a mediados de la década de 1820. La denominación oficial «Provincias Unidas del Río de la Plata» continúa considerándose, constitucionalmente, un nombre alternativo para el país, aunque ha caído en práctico desuso.
A principios de los años 1830, los federales lograron triunfar en todo el país, que adoptó el nombre de Confederación Argentina. Durante más de veinte años, el gobernador federal de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, asumió en los hechos la máxima autoridad nacional, aunque en teoría solo era el depositario de la representación externa del conjunto de las provincias.
Durante la época de su hegemonía combatió y derrotó sucesivos levantamientos de los unitarios, un bloqueo del Río de la Plata por parte de Francia y luego otro bloqueo conjunto por parte de Gran Bretaña y Francia. También mantuvo conflictos bélicos contra la Confederación Perú-Boliviana y contra el llamado Gobierno de la Defensa de Montevideo, la capital uruguaya, debido a la injerencia de los dos partidos de ese país —blancos y colorados— en las guerras civiles argentinas.
Pese a la paz que fue capaz de imponer y el crecimiento económico —al menos de las provincias del Litoral—, los enemigos de Rosas reclamaban libertades individuales, políticas y de expresión, que eran férreamente anuladas por el gobernador porteño; el núcleo de sus reclamos era la sanción de una constitución política que organizara formalmente el Estado nacional y garantizara los derechos de los ciudadanos.
En 1852, Rosas fue derrotado en la batalla de Caseros por el Ejército Grande, una alianza entre las provincias de Entre Ríos y Corrientes, las tropas coloradas de Uruguay y otras de Brasil. La alianza fue encabezada por el federal antirrosista Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, quien asumió la presidencia provisional.
Este período duró hasta la sanción de una Constitución en 1853, que con algunos cambios ha regido en el país hasta la actualidad. La misma adoptó un régimen federal, pero la provincia de Buenos Aires se separó de la Confederación Argentina, que debió establecer su capital en la ciudad de Paraná. En 1859, la Confederación derrotó a Buenos Aires en la batalla de Cepeda, forzándola a firmar el Pacto de San José de Flores, por el cual Buenos Aires se reincorporaba a la que desde entonces pasó a llamarse República Argentina. No obstante, la reunificación definitiva fue lograda bajo la dirección de Buenos Aires tras la batalla de Pavón (1861), durante la presidencia de Bartolomé Mitre.
En 1865, la Argentina se involucró nuevamente en una guerra civil en Uruguay, a lo cual el Paraguay respondió ocupando la ciudad de Corrientes. Tras firmar una Triple Alianza con el Brasil y Uruguay, la Argentina tomó parte en la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, que duró cinco años y requirió la participación de diez mil soldados argentinos. El Paraguay resultó finalmente derrotado en 1870, quedando totalmente devastado y muerta una gran parte de su población masculina. Pese a su enorme costo económico y en vidas humanas y a que fue causa de la continuación de las guerras civiles en la Argentina, este país logró consolidar sus límites en el noreste, ya que se fijó la frontera en los ríos Pilcomayo, Paraguay y Paraná.
Durante las presidencias de Mitre y sobre todo de Sarmiento y Avellaneda, la Argentina se insertó en la economía mundial como un país agroexportador, sostenido por una amplia red ferroviaria y el avance del sistema educativo. Tras dos sangrientas revoluciones en 1874 y 1880, en este último año la ciudad de Buenos Aires fue fue federalizada y se estableció un equilibrio durable entre las provincias y la capital.
Entre 1878 y 1884 se produjeron las llamadas Conquista del Desierto y del Chaco, con el objeto de dar por término a los constantes enfrentamientos entre indígenas y criollos en la frontera y apropiarse de los territorios indígenas, triplicando el territorio argentino. La primera conquista, impulsada por Julio A. Roca, consistió en una serie de incursiones militares a los territorios pampeanos y patagónicos dominados por los pueblos originarios, repartiéndolos entre los miembros de la Sociedad Rural, financiadores de las expediciones. La conquista del Chaco duró hasta fines del siglo, dado que su incorporación plena al sistema económico nacional solo tuvo lugar cuando se reemplazó la mera extracción de maderas y tanino por la producción de algodón. El gobierno argentino consideró a los indígenas como seres inferiores, sin los mismos derechos que los criollos y europeos.
Entre 1880 y 1916, el Partido Autonomista Nacional (PAN) monopolizó el poder sobre la base de elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto cantado y durante 25 años, la figura excluyente fue el general Julio Argentino Roca. La llamada "República Conservadora" o "República Oligárquica" organizó un exitoso y moderno modelo agroexportador basado en la llamada división internacional del trabajo impuesta por el Imperio británico, orientado principalmente a la producción de carne y granos con destino al mercado británico. En el relato tradicional el país fue visto en esa época como «el granero del mundo».
Este modelo económico generó una concentración de la riqueza en pocas manos y la exclusión social de las clases trabajadoras y de las poblaciones asentadas fuera de la región pampeana. La economía alcanzó altos niveles de crecimiento que atrajeron una gran corriente inmigratoria principalmente constituida por millones de italianos y españoles y en menor medida de seguidos de europeos orientales y asiáticos occidentales. La población argentina, que representaba el 0,13% de la población mundial en 1869, pasaría a representar el 0,55% en 1930, proporción en la que, aproximadamente, se estabilizaría desde entonces.
La prosperidad de la economía impulsó el crecimiento de una considerable clase media, integrada mayoritariamente por inmigrantes o sus descendientes. Los inmigrantes europeos también introdujeron en el país ideas políticas nuevas como el socialismo y el anarquismo, así como participaron junto a la población local, especialmente la afroargentina, en la creación de organizaciones de ayuda mutua y sindicatos. Surgieron partidos políticos modernos como la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS).
Después de más de dos décadas de conflictos políticos y sociales, fraudes electorales y graves actos de represión, en 1912 fue sancionada la Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio secreto, obligatorio y universal para votantes masculinos. En la primera elección presidencial con sufragio secreto, los conservadores fueron desplazados del poder por los radicales dirigidos por Hipólito Yrigoyen, que fue presidente entre 1916 y 1922, y entre 1928 y 1930. Durante su primer gobierno se inició el movimiento estudiantil conocido como la reforma universitaria, que se extendió por toda América Latina y se produjeron las masacres obreras de la Semana Trágica y la Patagonia rebelde. Entre ambos gobiernos de Yrigoyen fue elegido presidente el también radical Marcelo Torcuato de Alvear.
El 6 de septiembre de 1930 se produjo el primero de una serie de golpes de Estado en Argentina que llevó a un grupo cívico-militar a establecer una dictadura justificada por la Corte Suprema como «gobierno "de facto"», después de derrocar a Hipólito Yrigoyen. Este golpe de Estado inició una secuela de gobiernos fraudulentos conocidos como la "Década Infame".
El modelo agroexportador argentino entró en crisis por el cierre de los mercados internacionales causado por la Crisis de 1929. El país impulsó un proceso de sustitución de importaciones que desarrolló un amplio sector industrial. La Década Infame fue derrocada por la Revolución del 43, un segundo golpe de estado que instaló un gobierno militar en cuyo seno se produciría una alianza entre sindicatos y algunos militares que dieron origen al peronismo. A pesar de la presión de Estados Unidos desde que este país entró a la guerra a fines de 1941 cuando fue atacado por Japón, la Argentina se mantuvo neutral durante la mayor parte del resto de la II Guerra Mundial, uniéndose a los Aliados el 27 de marzo de 1945, durante el gobierno del general Edelmiro Farrell, poco antes de la terminación de la Guerra.
En 1946 fue elegido presidente Juan Domingo Perón con apoyo de los sindicatos organizados en el Partido Laborista. Perón, acompañado por su esposa Evita, encabezó un nuevo movimiento que puso el acento en la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Bajo su gobierno se estableció el sufragio femenino en 1947, la igualdad de hombres y mujeres en el derecho familiar, la igualdad de los hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, la gratuidad de la enseñanza universitaria, se erradicó el paludismo, etc.
A través de la Fundación Eva Perón, se desarrolló una ayuda social sin precedentes en el país, brindando apoyo económico a los sectores más vulnerables. También se nacionalizaron los ferrocarriles y el comercio exterior, y se generó un fuerte proceso de industrialización, promoviendo la industria pesada.
En 1951 Perón fue reelegido para un nuevo período presidencial con el 63,40% de los votos en lo que constituyó la primera elección con sufragio universal de hombres y mujeres en la Argentina. En 1952 murió Evita. Casi 60 años después, sería declarada la "Mujer del Bicentenario", como el símbolo del protagonismo de la mujer en la historia argentina.
El peronismo contó con una amplia adhesión de la población, pero también con un fuerte rechazo de los sectores opositores, polarizándose la sociedad argentina en peronistas y antiperonistas. Su política perjudicó a los intereses británicos, dominantes hasta entonces en la economía, que apoyaron a los opositores.
El inicio de un conflicto con la Iglesia católica debilitó la lealtad al gobierno de vastos sectores y unificó a la oposición.
El 16 de junio de 1955 una conjura cívico-militar, utilizando unos treinta aviones de la Armada y de la Fuerza Aérea, bombardearon y ametrallaron a la población de Buenos Aires en la Plaza de Mayo y otros lugares. Este ataque produjo 308 víctimas oficialmente identificadas —entre ellas 111 activistas sindicales que incluyen a 23 mujeres—, un número de muertos que no pudieron ser individualizados debido a las mutilaciones y más de 700 heridos.
En septiembre Perón fue derrocado por un nuevo golpe autodenominado Revolución Libertadora, que proscribió al peronismo, muchos de cuyos partidarios fueron encarcelados o fusilados, lo que le valió al golpismo el mote de «Revolución Fusiladora». Perón se vio obligado a exiliarse hasta el final de la proscripción en 1973.
Durante la proscripción, el peronismo continuará teniendo influencia en la política y el sindicalismo —ámbito en el que ganó la mayoría de las elecciones—, negando legitimidad a las autoridades instaladas por medios no democráticos y desarrollando una actividad opositora conocida por la "Resistencia peronista".
En 1958 fue elegido presidente Arturo Frondizi (UCRI) en elecciones con el peronismo proscripto pero luego de realizar un pacto electoral con Perón, siendo derrocado por un nuevo golpe militar en 1962. El golpe esta vez tuvo la particularidad de que el poder fue asumido por el civil José María Guido, nombrado presidente por la Corte Suprema de Justicia ese mismo día tras el derrocamiento y arresto de Frondizi, alegando para su nombramiento un vacío de poder. A pesar de que formalmente Guido ejercía la presidencia, el verdadero poder material residía en la esfera militar. Durante su mandato se agudizaron los enfrentamientos entre dos facciones del Ejército Argentino, conocidas como Azules y Colorados, llegándose a enfrentamientos armados. La victoria del sector «azul» permitió al general Juan Carlos Onganía reunificar al Ejército.
Con el peronismo todavía proscripto y el expresidente Frondizi detenido, en 1963 fue elegido como mandatario Arturo Umberto Illia , quien también sería depuesto por un golpe militar en 1966, que llevaría al gobierno a Onganía.
Su dictadura, la primera de las tres que conformaron la autodenominada Revolución Argentina (1966-1973), fue también la primera dictadura permanente instalada en el marco de los regímenes militares que se multiplicaron en América Latina con apoyo activo de Estados Unidos a través de la Escuela de las Américas y la doctrina de la seguridad nacional en el marco global de la Guerra Fría. La abolición de la actividad política y el terrorismo de estado, provocó un estado insurreccional de la población que se manifestó en la aparición de varias organizaciones guerrilleras —como Montoneros, las FAR y el ERP— y gran cantidad de puebladas insurreccionales, como el Cordobazo, el Rosariazo y el Tucumanazo, entre otras. Acorralada por la insurrección popular, la dictadura organizó una salida electoral con participación del peronismo —aunque impidiendo la candidatura de Perón—.
En 1973 el peronismo fue legalizado y triunfó en las elecciones presidenciales, dando inicio a lo que ha dado en llamarse el tercer peronismo. Tras la renuncia del presidente Héctor José Cámpora, ese mismo año, Juan Domingo Perón fue elegido presidente por tercera vez, precipitando así su muerte nueve meses después. Lo sucedió su vicepresidenta y esposa, María Estela Martínez de Perón. Este período se caracterizó por un acelerado deterioro de la situación interna, producto de la crisis del petróleo de 1973 y la generalizada violencia política, incluyendo la organización desde el gobierno de una fuerza parapolicial llamada la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) que junto a las fuerzas policiales y militares, asesinaron a cientos de opositores desde 1973 —varios de ellos «detenidos desaparecidos»—, así como la instalación de centros clandestinos de detención en el marco de la represión ordenada por los llamados decretos de aniquilamiento.
El 24 de marzo de 1976 se produjo un nuevo golpe militar que instaló una nueva dictadura permanente autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, que duraría casi ocho años y que estaría internacionalmente coordinada con las demás dictaduras sudamericanas mediante el Plan Cóndor, bajo el amparo de Estados Unidos. Durante la misma se implantó un régimen de terrorismo de Estado que llevó a cabo un plan sistemático de secuestro, tortura y eliminación de opositores, calificado por la justicia de genocidio, causando miles desaparecidos y cientos de niños que sufrieron la supresión de su identidad.
Como respuesta se formaron organizaciones de derechos humanos, como las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo, que desempeñarán un rol crucial en el «juicio y castigo a los culpables» y en la recuperación de los bebés secuestrados cuya identidad había sido suprimida. También el movimiento sindical opuso una fuerte resistencia, llegando a declarar varias huelgas generales, a pesar de las desapariciones que lo afectaron masivamente, la disolución de la CGT y la intervención de los sindicatos.
La dictadura contó con apoyo activo de los principales grupos empresariales, ocupando funciones claves del gobierno, así como del Fondo Monetario Internacional, las empresas multinacionales, los principales medios de prensa, junto a periodistas y comunicadores destacados. El plan económico siguió los lineamientos de la Escuela de Chicago —frecuentemente identificada con el neoliberalismo—. Un sector importante de la población apoyó la dictadura, en tanto que otro sector la resistió mediante la acción guerrillera, la creación de organizaciones de derechos humanos como las Madres de Plaza de Mayo, o la acción sindical y las huelgas.
La deuda externa, que condicionará a los gobiernos democráticos a partir de 1983, pasó de 7700 millones en 1976 a 45 000 millones de dólares en 1983, en muchos casos fruto de operaciones delictivas en beneficio de los grupos económicos y las empresas multinacionales. En 1978, se produjo una grave crisis con Chile por los límites en la zona del canal Beagle, que llevó a ambos países al borde de la guerra. En el año 1982 se desarrolló la guerra de las Malvinas con el Reino Unido; la derrota argentina fue uno de los factores que llevaron al colapso del régimen militar y al llamado a elecciones generales para el año siguiente.
La seguridad de las aguas territoriales corresponde a la Prefectura Naval Argentina (PNA), la de regiones fronterizas y obras de infraestructura críticas a la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y la de los aeropuertos a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA); estas fuerzas de seguridad dependen del Ministerio de Seguridad.
El Sistema de Inteligencia Nacional dirige las acciones de inteligencia, dentro de los que se destaca la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), aunque también existen diferentes organismos públicos como la Dirección de Observaciones Judiciales, el Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones, la Inteligencia de la Gendarmería Nacional, la Oficina Anticorrupción, entre otras.
Cada provincia cuenta con su propia policía, que puede trabajar en conjunto con la Policía Federal Argentina (PFA), la fuerza de seguridad que se encarga de los delitos de ámbito exclusivamente federal o que involucran a más de una jurisdicción. La Policía Federal fue hasta 2009 la fuerza policial de la ciudad de Buenos Aires, cuando el entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri creó la Policía Metropolitana de Buenos Aires, la misma fue creada en el marco de la ley n.º 2894, de Seguridad Pública, que fue sancionada el 28 de octubre de 2008 y promulgada por medio del decreto 1354 del 18 de noviembre de ese año. La reglamentación de la norma se registró el 20 de marzo de 2009 por medio del decreto 210.
En su Constitución, Argentina establece la jerarquía constitucional de los tratados de derechos humanos.
De acuerdo al Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de 2018, la Argentina tiene un de 0.825. A nivel mundial, se sitúa en el puesto 47 dentro de los 189 estados que participan en la clasificación, encasillado como un país de "IDH muy alto" que junto con Chile y Uruguay son los únicos países de América Latina que se encuentran en este nivel de IDH.
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Argentina ha firmado o ratificado:
El sector eléctrico en la Argentina se organiza a partir de la articulación de entidades o empresas que desarrollan la generación, el transporte y la distribución de la energía.
La generación de energía eléctrica alcanzó los GWh en el año 2014, lo que representa un crecimiento de algo más del 40% respecto de los GWh registrados en el año 2004. El 64% se generó en plantas térmicas, el 31% hidráulicas, el 4% nucleares y solo el 1% eólicas y solares.
El desarrollo de instalaciones de generación de energía a partir de recursos renovables se encuentra en pleno desarrollo. Hacia finales del año 2014, existía una potencia instalada de 187 MW de generación de energía eólica en la región patagónica y noroeste argentino y 8 MW de generación de energía solar en la región cuyana.
Argentina cuenta con gran potencial de generación de energía mareomotriz, dadas las condiciones de las corrientes y la amplitud de mareas de la costa patagónica. En diciembre de 2014 se instalaron en la provincia de Santa Cruz los primeros dos equipos para la obtención de datos sobre la potencialidad de este recurso.
Esta Nación fue la primera en América latina en construir una central nuclear, actualmente cuenta con tres campos nucleares (Atucha I «Juan Domingo Perón», Atucha II «Dr Néstor Kirchner» y «Embalse») y una cuarta en período de construcción.
El desarrollo de la energía geotérmica prácticamente no presenta avances destacables, pese a la presencia de afluentes termales y la evidencia de actividad volcánica potencial en diversos puntos del país.
El transporte de energía eléctrica se desarrolla a través de una red de líneas de alta tensión y distribución troncal de km de longitud lo que representa un incremento de más del 65% en la longitud del sistema de redes existente en el año 2004.